Laughter is the Worst Medicine es la primera historia que aparece en Simpsons Comics 74.
Historia[]
Homer, el dependiente de cómics y el jefe Wiggum están compitiendo en la competencia de atracones 'The Gorge in the Gorge'. Homer gana, después de obligarse a comerse el último hot dog de su plato. Sin embargo, como resultado del atracón, el cerebro de Homer, en términos sencillos, explotó. Mientras tanto, Krusty sale corriendo del concurso hacia la Universidad de Springfield, donde recibirá un título honorífico. Sin embargo, cuando llega el momento de darle a Krusty su diploma, la universidad se ha quedado sin títulos honoríficos, por lo que le entrega un sustituto, que para sorpresa del decano Peterson resulta ser un título de doctor real.
Mientras tanto, en el Hospital General de Springfield, el Dr. Hibbert le dice a la familia que el daño en el cerebro de Homer se aisló en un área pequeña: el centro de placer alimentario, lo que significa que Homer nunca volverá a disfrutar de la comida. Llaman a Hibbert, donde el Dr. Nick está tratando de usar un desfibrilador para revivir el pez dorado de Ralph. Ralph tropieza con los cables del desfibrilador y, como ya están cargados, el agua de la pecera electrocuta a ambos médicos.
En la casa de Los Simpson, la familia se sorprende al ver a Homer rechazar el postre y beber Duff Lite, y cuando la falta de interés de Homer se muestra en público, a Marge le preocupa que las otras amas de casa la estén juzgando. Mientras tanto, Dean Peterson le dice a Krusty que tiene un doctorado real y, debido a que los otros médicos están fuera de servicio, le corresponde a Krusty tratar a los enfermos y heridos.
Como era de esperar, Krusty no puede tratar a muchos del pueblo y está disgustado por algunas de sus dolencias. Pronto descubre que hacer reír a los pacientes funciona como una cura milagrosa y se convierte en su única forma de tratamiento. Cuando Hibbert y Nick regresan al trabajo, muchos se niegan a aceptarlos nuevamente, ya que están más impresionados con Krusty.
Cuando Homer sufre una grave desnutrición, lo llevan a ver a Krusty, cuyos chistes no le afectan. El Dr. Hibbert interviene y Krusty renuncia para dedicarse a su trabajo de payaso. Hibbert devuelve a la normalidad el gusto de Homer por la comida, pero a expensas de su gusto por la moda.